La popularidad de la Revolución cubana entre artistas e intelectuales, incluso entre los denominados de “izquierda”, ha llegado a su fin tras décadas de decadencia y descrédito. Las razones, entre otras, son la falta de libertades en la Isla y el control total de una élite sobre el destino de la población.
Las recientes declaraciones del cantautor español Joaquín Sabina no son más que el último capítulo de ruptura pública de un artista anteriormente afín al régimen. Sabina, quien anteriormente en una entrevista con el diario El Mundo expresó que tras ser simpatizante de Fidel Castro y la Revolución, ahora se identifica con los cubanos que se exilian y protestan.
Artistas e intelectuales, tras años de idilio con La Habana, decidieron distanciarse del régimen por su evidente fracaso. En esta nota le traemos cinco casos:
Mario Vargas Llosa
El Nobel peruano, conocido como un furibundo crítico del régimen de La Habana, tuvo un comienzo muy diferente en la década de los 60.
Vargas Llosa conoció La Habana por primera vez en 1962, cuando fue a cubrir la crisis de los misiles para una radio francesa.Luego, volvió a la Isla cinco veces durante esa década e integró un comité internacional de apoyo a Fidel Castro, así como un colectivo de artistas revolucionarios llamado "El Puente".
Fue precisamente la represión a los homosexuales en las UMAP lo que comenzó a incomodar al peruano. Por esta razón escribió una carta a Castro, quien contestó con una invitación a conversar. Tras hablar mucho sobre sí mismo, Castro le llamó “enfermitos” a los homosexuales, según contó Vargas Llosa en una entrevista con el escritor Santiago Roncagliolo.
Finalmente, tras el “Caso Padilla”, Vargas Llosa decidió romper mediante una carta pública con el régimen de La Habana. Entonces el escritor recibió una enorme cantidad de críticas de sus colegas, prohibición de entrada a universidades, e incluso los escritores que habían ganado el Premio Nacional de Literatura de Perú firmaron una carta conjunta reprobando su “traición”.
Jean Paul Sarte
El filósofo francés Jean Paul Sartre también tuvo una curiosa relación con La Habana. En su primer viaje a la Isla, junto a la también intelectual Simone de Beauvoir, calificó a Fidel Castro como un amigo y profirió numerosos elogios al proyecto de la Revolución cubana.
Pero fue también para Sarte, tras varias decepciones, el llamado “Caso Padilla” lo que puso la puntilla final a su silencio sobre La Habana. Decidió sumar su firma a una carta dirigida a Fidel también suscrita por Simone de Beauvoir, Italo Calvino, Isaac Deutscher, Giulio Einaudi, Juan y José Agustín Goytisolo, Alberto Moravia, Ricardo Porro, Carlos Franqui, Jorge Semprún y Susan Sontag, entre otros.
“Creemos un deber comunicarle nuestra vergüenza y nuestra cólera. El lastimoso texto de la confesión que ha firmado Heberto Padilla sólo puede obtenerse mediante métodos que son la negación de la legalidad y de la justicia revolucionaria”, decía uno de los fragmentos de la famosa carta.
Oscar d´ León
Un caso que recuerdan muchos cubanos es el del popular salsero venezolano Óscar d´ León. Su llegada a la Isla fue transmitida en vivo, con un beso del músico al suelo cubano. Óscar d´ León hizo una gira de siete conciertos por la Isla, que cerró con tres presentaciones en La Habana: una en el teatro Karl Marx, otra en la Ciudad Deportiva y la última en el anfiteatro del Parque Lenin.
Durante la visita el artista incluyó una canción de Juan Almeida, conocido comandante de la Revolución, en su repertorio. Pero al expresar sus impresiones de Cuba tras partir y mostrar su apoyo al exilio cubano en Miami, el idilio con D´León acabaría abruptamente.
En una entrevista con el presentador cubano Alexis Valdés, realizada en 2020, Óscar d´León confesó que le encantaría volver a la Isla. Pero “la política cercena las ideas”, dijo, y no regresará hasta que “todo esté en sana paz”.
Fito Páez
El rockero argentino Fito Paéz arribó a La Habana por primera vez para participar en el Festival de Varadero en el año 1988 y cinco años más tarde fue el primer extranjero en dar un concierto en la Plaza de la Revolución. Actualmente, Páez es otro de los artistas que tras dar su apoyo al régimen cubano, años después, se ha arrepentido públicamente.
Aunque siguió dando conciertos en La Habana, en el año 2008 expresó que a esas alturas la Revolución “ya se detuvo” y calificó de “dictadura” al régimen de los hermanos Castro, del cual había sido afín años atrás.
“Nadie puede calentar la silla más de 40 años... sería una dictadura. Cualquier proceso revolucionario conlleva la idea recambio, de un movimiento. Si se queda fijo es que ya pasó, se paró”, afirmó el argentino en un encuentro con la prensa.
Entonces recordó que cuando fue por primera vez en 1988 “era muy joven, con una extrema ingenuidad”. Y agregó que, se apasionó “muchísimo con todo lo que pasaba en Cuba, porque había allí valores ligados a mi historia personal en Argentina”.
Joaquín Sabina
El más reciente de los casos de artistas que han renegado de su apoyo al régimen es el de Joaquín Sabina. En una entrevista concedida al diario español El Mundo, el cantautor confesó que ya “no puede ser amigo de la Revolución cubana”.
“Estoy muy cabreado. Y cabreado también con el demoledor fracaso de todas las revoluciones del siglo XX. Fui amigo de la revolución cubana y de Fidel Castro. Pero ya no lo soy, no puedo serlo”, afirmó Sabina, para sorpresa de muchos.
El español agregó que “ahora estoy del lado de los que se manifiestan y de los que se exilian de la Isla. Los que hemos sido de izquierdas tenemos la responsabilidad de decir la verdad ante algunos desastres de la izquierda”.
Sabina visitó en numerosas ocasiones la Isla y en alguna de ellas llegó a tener un encuentro personal con Fidel Castro, a quien le mostró admiración públicamente en varias ocasiones.
Regresar al inicio